Xardin Oleiros diseña el riego automático de su jardín teniendo en cuenta las necesidades de las especies presentes y las condiciones climáticas de la zona. Instalamos sistemas de riego automático para su jardín que proporcionan a cada área el agua realmente necesaria, permitiendo un considerable ahorro. Aunque parezca muy abundante, el agua es un recurso limitado e insustituible.
El riego es el procedimiento que consiste en un aporte artificial de agua con la intención de compensar el déficit hídrico de una zona para que los elementos vegetales tengan un desarrollo óptimo. En cada caso particular se evaluarán todos los datos necesarios para que la instalación de riego sea capaz de suministrar con eficiencia óptima el agua a las distintas zonas en los periodos de máximas necesidades.
Se calculan las necesidades totales de agua (l/m2) dependiendo de los siguientes factores:
Todo ello enfocado a conseguir un modelo indispensable para la posterior programación del riego.
A continuación se planifica el tipo de riego de cada zona, que puede ser por:
Dependiendo de la presión y el caudal de su instalación de agua, se realizan los cálculos necesarios para sectorizar el riego de su jardín, porque, a menos que tenga una superficie muy pequeña, es posible que no cuente con el caudal de agua suficiente como para regar todo el jardín a la vez.

También se debe planificar la situación de las electroválvulas y el trazado y dimensionado de las tuberías de distribución. Las dos tipos de tuberías más utilizadas en los sistemas de riego son PVC (policloruro de vinilo) y PE (polietileno), presentando más resistencia mecánica el PVC, pero no debe quedar expuesto a las radiaciones ultravioletas por tiempo prolongado, porque se descompone químicamente.
En el diseño del riego se debe intentar que las electroválvulas queden agrupadas y cubiertas con una arqueta accesible. Las electroválvulas controlan el paso del flujo de agua por las tuberías de distribución que desembocan en los emisores de riego, ya sean aspersores, difusores y/o goteros. Tanto los aspersores como los difusores, se instalan a ras del suelo y con la presión del agua, se elevan entre 5 y 15 centímetros.


Ventajas del riego automático enterrado:
 
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